Para
estar bien construido, un automóvil alemán no tiene que ser forzosamente raro
de aspecto.
El
nuevo Opel Rekord, por ejemplo, luce un nuevo frente más largo y grácil, un
nuevo parabrisas inclinado y una nueva y fluida línea el techo que se funde
armoniosamente con la zaga, que es más corta. Sigue el nuevo estilo americano
de zaga aerodinámica.
Continúa
siendo, de todas maneras, un automóvil hecho en Alemania, por ingenieros y mecánicos
alemanes, precisos, minuciosos y exigentes, que supieron comunicarle la
potencia y solidez que hacen tan placentera su conducción aun en las malas
carreteras.
Para
gozar de las ventajas de la mano de obra alemana y el estilo de moda en un
mismo automóvil, adquiera un Opel Rekord.
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